La sensación fue muy parecida a cuando Lucifer me arrancó el cancér de los pulmones, me separaba dolorosamente de mis recuerdos, me mareé, todo me daba vueltas, creí por un momento caería al suelo, pero por fortuna no fue así, Camael estaba detrás mio lo podía sentir, sin embargo no tenía fuerzas de moverme, hasta que me percaté que incluso estando cerca de él, aun sin contacto directo, el seguía alimentandose de mi amor por Gabriel.
Desplegué mis alas y volé unos metros lejos de él di la vuelta y con el báculo de Miguel le mandé una luz blanca cegadora directo al pecho.