Es verdad mis visitas a Baker Street ya no eran tan frecuentes como en otros tiempos, mis deberes de esposo absorbían todo mi día, imposibilitándome de ir con Holmes.
Aunque cierto día una carta me fue entregada pidiendo fuera sin tardanza a Baker Street, supuse se trataba de un caso importante por lo que sin demora asistí al encuentro, me llevé una sorpresa al notar que no había nadie, busqué por todo el lugar y así poco a poco me fui dando cuenta de pequeños rastros, datos dejados al azar o con premeditación, ya fuese por parte de Holmes o de alguien más, fui hilando las diferentes pistas, y aunque lo que descubrí me parecía inverosimil e imposible, siendo de Holmes no habría duda alguna que era cierta; cual mapa utilicé dichas huellas y llegué a este tétrico lugar, en el que sin tardanza hallé a Holmes en buenas manos.