Estaba soñando... si porque desperté en la celda de la Nabucodonosor, todo, todo había sido un sueño, me sentía aliviada pero al mismo tiempo me hubiera gustado contnuar en este lugar, en la matrix sé lo que me espera: Pelea contra los agentes y Smith, la destrucción final de las máquinas; tantas cosas por las que había luchado por años y que ahora solo son, mas que para seguir un ideal, para seguir a Neo; él esta a mi lado, durmiendo apacible, mientras yo solo pienso en regresar a aquel extraño lugar, cierro los ojos cansada.

Despierto.. ¿Otra Vez ? !
Ahora estoy en una cama, una cama normal, no las de las celdas, es una cama real como las del mundo de las máquinas, pero se siente diferente, no la sentía no sentía el influjo de las máquinas, esto era el mundo real, el verdadero, por el que peleé y por el que, irónicamente escapé.

Me levanté de la cama de suaves sábanas, admiré la habitación: era normal, nada de tubos, ni cubiertas de metal, solo simples paredes adornadas con papel tapiz, dos mesas de noche con sus respectivas lámparas, cortinas de flores con encaje, esto era macabro, luego de vivir veinte años entre armas, luchas y muerte, esta visión era demasiado tranquila, tal ves era un sueño más, se abrió la puerta y entró Neo con una charola con panecillos, una taza de café y una flor en un frasco O.o .

Me acerqué a él con tranquilidad y al quedar al frente suyo, respiré hondo y expliqué:

- Te amo y no dudo que sientas lo mismo por mi, pero esta no es mi vida, yo debo estar luchando, yo no estoy hecha para un vida pacifica, y tal vez tu solo seas otro sueño, puedes irte si lo deseas, pero no intentes hablarme será inutil- me senté en el suelo a meditar y despejar mi mente, tal como en las primeras lecciones de Morfeo, quizás la respuesta llegaría por si sola a mi cabeza; y si no cambiaba esta asquerosa forma de vida, pues tarde o temprano me adaptaré a ella