Luego de caer nuevamente en la helada nieve algo, porque a ese defesio no se le puede alguien, me golpeó en el pecho sacando todo el aire dentro de él y provocándome una asfixia momentánea acompañada de tosidos, metí mis piernas y aprovechando mi fuerza la lancé lejos de mi, recuperé el aliento con facilidad, traté de ver a Lestat pero todo era muy borroso y entre esta extraña bruma distinguía solo engañosas sombras, otra de estas apariciones me jaló el brazo y tomando su mano lo cargué y lo eché al suelo, torcí su cuello con el pie matandolo al instante. Caminé atento, cuando no era un silbido del aire frío se oían lamentos y quejidos abrumadores que afectaban mi oído, de pronto una hoja de cuchillo pasó cerca de mi hombro derecho, me aparté veloz y pude observar brevemente la cara de Lestat, estaba en desventaja yo no tenía arma alguna y Lestat se acercaba peligrosamente a mí, lanzó otro ataque y esta vez loa cuchilla se enterró en mi brazo cuando lo pusé de escudo burdamente, sin perder tiempo pateé su pierna más cercana a mi, a penas y pude ver cuando caía porque otra de esas rarezas me tomó del cuello y me llevó a otro lugar, pusé mis manos en su brazo, ya me había levantado del piso, con esfuerzo le torcí el brazo partiendolo, dejando al descubierto el hueso podrido, me soltó y respiré profundas bocanadas de aire, le empujé contra la pader y encaje mi mano en su estómago, profirió un grito y murió, arranqué el hueso descubierto y tallandolo contra el muro logré afilarlo, ya estaba preparado para lo que se me presentara, por desgracia había perdido a Lestat nuevamente, entre esta niebla engañosa.